Fragmento para 42 instrumentos solistas compuesto entre 1959 y 1961 por Mauricio Kagel. Hétérophonie, según afirmación del autor, «no puede ser escuchada por oyentes frívolos. Esta obra es tan seca, que al cabo de algunos minutos se descubren en ella toda clase de tesoros». El punto de partida de esta obra -dedicada después al Marqués de Sade y a la Orquesta Sinfónica de la Radio de Colonia, que descalificó al compositor a raíz de la primera representación el 22 de mayo de 1962- era escribir un texto musical invariable, cuya realización sonora se pudiera renovar en cada ejecución según el principio de la heterofonia: unas veces un instrumento desempeña la función de voz principal, mientras que otras hace oír las variantes (según un procedimiento en uso en las músicas cultas tradicionales, que desconocen la polifonía) mientras los miembros de una de las cinco familias instrumentales (instrumentos de madera, metal, percusión, teclado y cuerda) reciben un texto...