Salvador Calabuig Laguna

I. BIOGRAFÍA

Calabuig tuvo interés por la música desde muy corta edad debido a la actividad que sus padres desarrollaron en la vida cultural de su ciudad natal, particularmente a través de la Coral Zamora. Su formación musical se inició a los cuatro años a través de la enseñanza de su madre y de Inocencio Haedo, fundador y director de la Coral Zamora. Cuando en 1939 la familia se trasladó a Madrid por motivos profesionales del padre, Calabuig siguió estudiando solfeo y piano, además de preparar el bachillerato. Acabado éste, se matriculó en la universidad para estudiar derecho, y a la vez en el conservatorio, donde realizó estudios de armonía con Victorino Echevarría y de composición con Julio Gómez, perfeccionando su técnica pianística con el apoyo del concertista Gonzalo Soriano. Aprovechando sus relaciones con compañeros de otras facultades creó el Coro Universitario de Madrid, que adquirió renombre a través de conciertos públicos y radiofónicos, contando con un amplio repertorio. Calabuig y el compositor Antonio Pérez Olea ganaron en 1955 por concurso nacional las becas convocadas para la ampliación de estudios musicales en París, donde ambos se incorporaron al Conservatoire National de Musique. Hasta 1957 estudió dirección de orquesta con Eugene Bigot y análisis musical con Nadia Boulanger, compartiendo las clases con el compositor griego Mikis Theodorakis y con los españoles Pascual Aldave y Francisco Semprún Maura, discípulo este último además de Salvador Bacarisse, a quien fue presentado Calabuig en una de las famosas reuniones sabatinas en el domicilio de Bacarisse, lugar de encuentro para los republicanos españoles refugiados en París. A pesar de las dificultades económicas que obligaron al compositor a ganarse la vida con trabajos ocasionales, comenzó para él en París una época fructífera de la que destacan Tres canciones castellanas para voz y piano (1956), Soleriana y ofrenda para piano (1957) y Romanza para violín y piano (1958). Entre 1957 y 1960 compuso con Francisco Semprún la música para el ballet El Lazarillo, con guión escrito por ambos compositores a partir de la novela anónima del s. XVI El Lazarillo de Tormes, con vestuario y decoración proyectados por Cuca Romley. Becado por el Gobierno francés dirigió en la temporada de 1957-58 la Orquesta Internacional de París, con la cual recorrió a continuación distintos países europeos, actuando además en numerosas ocasiones como conferenciante y pianista con el fin de promover la música española en el extranjero. En 1957 se grabaron en París los discos Poetas españoles. De Berceo a García Lorca, ilustrados musicalmente por Calabuig al piano y por Pablo Aguilar a la guitarra, y con lecturas de Juan Peñalver, y Dix chansons espagnoles recueillies et harmonisées par Federico García Lorca, cantadas por Margarita González y acompañadas al piano por Calabuig, quien revisó la música lorquiana. Su vinculación al partido comunista le llevó ese mismo año a la Unión Soviética, a donde fue invitado por su cargo como presidente electo del Comité de Estudiantes de la Casa de España para asistir al Festival de la Juventud y de los Estudiantes en Moscú, y en el mismo fue nombrado presidente de la delegación hispana. Con motivo de varios conciertos pianísticos con repertorio español en Moscú, Leningrado y Riga, conoció a los compositores rusos Dmitri Kabalevski y Aram Khachaturian. Aceptando la invitación de la Delegación China de las Juventudes para ir a Pekín, se trasladó en verano de 1957 de Rusia a China, donde recorrió durante seis semanas varias capitales como concertista. Aunque había viajado a los países del Este bajo el seudónimo de Alfonso Lafuente, fue descubierta su verdadera identidad; no regresó a España para evitar ser detenido, lo que le convirtió en un refugiado voluntario en París. Los siguientes años estuvieron marcados por constantes preocupaciones pecuniarias y por la lucha contra la burocracia rusa, que impidió a su esposa, la bailarina Parsla, la salida de la Unión Soviética, concedida en 1961 gracias a la intervención del entonces máximo dirigente soviético K. Vorochilov. Mientras tanto viajó en varias ocasiones a ese país, dando conciertos y actuando en la televisión rusa. En 1959 grabó en Moscú un disco con canciones de F. García Lorca, acompañando al piano a la soprano Josefina Iturrurán, y otro con obras españolas para piano, figurando entre ellas su Soleriana y ofrenda. Al año siguiente, durante una visita a París, Aram Khachaturian, secretario desde 1957 de la Federación de Compositores de la Unión Soviética, le encargó la composición de una música netamente española para el drama musical en dos actos Carmen de Triana, con libreto de I. Rom Lebedeb en adaptación de Carmen de Prosper Mérimée, lo que motivó un traslado temporal de Calabuig a Moscú. La obra, compuesta bajo la custodia de un representante del Ministerio de Cultura, fue estrenada en 1961 en el Teatro Romen, filial del famoso Bolshoi de Moscú, con puesta en escena del español Ángel Gutiérrez, y se mantuvo en cartel en el teatro moscovita durante once años. De regreso a París, Calabuig entró como ilustrador musical en la Radiodiffusion Télévisión Française (RTF), convirtiéndose en 1966 en consejero artístico de las emisiones en lengua española.

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