Sederunt Principes

Organum quadruplum (a cuatro voces) de Perotín el Grande. Parece que esta página, de importancia profética —con la otra organum quadruplum, Viderunt omnes, del mismo Perotín—, fuera escrita para conmemorar la fiesta de San Esteban, el 26 de diciembre de 1199. En todo caso, se trata del ejemplo más espectacular de esta música de la escuela de Notre-Dame de París, que es el origen de toda la polifonía europea. La insistencia de los ritmos —vigorosamente martilleados como por alguna compañía de fieles en el santuario— es el elemento más sorprendente, con la dureza de las sonoridades y la audacia de las armonías, fascinantes para un auditorio actual, familiarizado con el repertorio del siglo XX. De hecho, esta música danzante exige, para degustarla, que el oyente se deje llevar por su vorágine métrica. Sabemos además, por relatos de la época, hasta qué punto los contemporáneos de Perotín participaban en el canto, imitando intensamente a éste...