Sinfonía clásica

Con ocasión de componer Chout, la Scychamn Suite o el Jugador, Serguéi Prokófiev experimentó la necesidad de ingresar en el Conservatorio para estudiar órgano. Así pues, en 1916 imaginó una sinfonía «tal como la habría compuesto Haydn si viviera en nuestros días». Se trataba a la vez de recordar al mundo musical de la época cuál era la modernidad de Franz Joseph Haydn y de mostrar a sus censores hasta qué punto su propio lenguaje daba vueltas alrededor de bases clásicas, aunque se parodiaran. Prokofíev trabajó en la obra más de un año, lo que indica el cuidado dedicado -a su composición: ni parodia ni pastiche, la Sinfonía clásica es el fruto de una síntesis iluminadora entre lo antiguo y lo nuevo, desbaratando por adelantado, y con infinita elegancia, las trampas del futuro neoclasicismo, dosificando magistralmente las audacias de detalle, un lirismo muy decantado, la malicia y un sentido muy vivo del pasado (que se ilustrará más tarde en los grandes...

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